Performance en el CEM por el quinto centenario de la Reforma


Para quien todavía no se ha enterado, este año se celebra el quinto centenario de la Reforma, y quizás sea por eso que el Consejo Evangélico de Madrid (CEM) nos dedicó hace unos días una performance expulsando como miembro activo de este organismo a las comunidades de la Iglesia Evangélica Española (IEE), una de las iglesias fundadoras del CEM y de las más antiguas del Estado. Aunque tampoco se puede descartar del todo que la causa de lo ocurrido sea el exceso de testosterona contenida en dicho Consejo. Las pruebas que apuntan a este segundo supuesto es que de los doce cargos escogidos o ratificados de la junta directiva del CEM, sólo dos fueron a parar a manos de mujeres: la consejería de la mujer y una vocalía (todo muy progre e innovador).


Pero quienes conocen el funcionamiento del CEM, y no salieron a dar una vuelta en el momento de la votación que llevaría a la IEE al purgatorio evangélico madrileño (la FEREDE ha impedido que la cosa acabara en el infierno), apuntan que lo sucedido se enmarca claramente en los actos de conmemoración del quinto centenario. Se trataría, con mayor o menor fortuna (eso lo deben valorar los espectadores), de recrear la asamblea que hace casi quinientos años tuvo lugar en Worms, y que pretendía que Lutero se retractase de algunas de sus 95 tesis que tanto revuelo habían creado dentro de la Iglesia. Sí, fue ese el momento en el que Lutero dijo aquella frase tan nuestra (y que me perdonen los evangelicales del CEM): “ A menos que no esté convencido mediante el testimonio de las Escrituras o por razones evidentes -Ya que no confío en el CEM- me mantengo firme en las Escrituras a las que he adoptado como mi guía. Mi conciencia es prisionera de la Palabra de Dios, y no puedo ni quiero revocar nada reconociendo que no es seguro o correcto actuar contra la conciencia”.

De todas formas, especialistas en performances creen que la cosa se les ha ido un poco de las manos, y que no se logró crear en el público el efecto deseado. Quizás sea porque al final solo el 54% del Sacro Imperio Evangelical madrileño votó por la expulsión de la IEE (por si no saben de cuentas, y aunque no esté literalmente en la Biblia, 38 votos de 70 son un 54%), así que lo de “marcar paquete” le salió bastante mejor al Papa León X, al que no se le escapó ni un voto. Esta victoria tan ajustada ha creado un verdadero desconcierto en el movimiento evangélico español. Por un lado están los que creen que hay que seguir con la performance hasta que la gente entienda lo que se quería decir. Sería el caso del lobby evangelical de Protestante Digital haciendo aparecer a la IEE y sus seguidores, como religiosos que se dejan llevar por los deseos e intereses de este mundo, mientras ellos siguen las verdaderas enseñanzas de Dios que estudian en sus reconocidísimos seminarios, que destacan en el mundo (evangelical) entero. Y por otro lado estarían quienes creen que lo de la performance ha llegado demasiado lejos y se debería volver a la cordura. Se trata en este caso de la propia IEE, pero también de la Iglesia Evangélica Reformada Episcopal (IERE), que ha sorprendido gratamente a más de uno (entre los que me incluyo) ofreciéndose a ir al purgatorio el tiempo que sea necesario para acompañar a su iglesia hermana. O de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, que cito al final porque para los evangelicales del CEM suena muy vieja, lejana, y además, no pueden expulsarla de ningún lado. De lo que no tenemos ni idea es de lo que piensan las entidades públicas como la Comunidad de Madrid, que ponen el dinero de los madrileños y madrileñas (sean altos, ateos, lesbianas o bomberas) para subvencionar performances como éstas.

Para intentar explotar el globo que se ha montado, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), ha mostrado su preocupación y sus dudas sobre la legalidad de lo ocurrido en la asamblea del CEM. Pero como pasa a menudo, no parece que los evangelicales del CEM, se hayan dado por aludidos, ellos sólo se someten a su verdad verdadera, y no a lo que diga una entidad humana, por mucho que sea su representante ante el Estado. Lo que me pregunto yo, es porqué no hacen un Consejo Evangelical Bibliolátrico Divino, y así pueden expulsar a quienes deseen de donde quieran, y dejan en paz al común de los mortales. Pero como ésto parece que todo el mundo lo da por imposible, se comenta que las comunidades de la IEE en Madrid han decidido impulsar un nuevo Consejo Protestante de Madrid, junto a otras comunidades de otras iglesias protestantes/evangélicas que se identifiquen más con Lutero que con León X, y así dejar ver que lo del cisma madrileño va de veras. ¿Se quedará todo esto en la comunidad de Madrid o se exportará a otros lugares del Estado? ¿Corre también peligro FEREDE como único representante evangélico/protestante ante el Estado? Tiempo al tiempo... Eso lo dirá la bestia, que ha despertado en Madrid, pero amenaza con hacerlo en otros lugares.

Y pongo al final lo que quizás debería ir al principio, y es que todo este “sarao” se ha montado porque a los evangelicales, por mucho que sólo les guste compartir cargos con otros hombres tan machotes como ellos en el CEM, no les gustan las mariconerias. Y lo del documento de Mamré, que suscribieron las iglesias de la IEE, y en el que afirmaban que caminaban hacia la plena aceptación de las relaciones homosexuales estables en el seno de la iglesia, les parece un despropósito. Y en esto no quieren aceptar interpretaciones diversas, la Biblia se lee como ellos dicen, o está mal leída. La verdad es una, y es la suya, y es la que van a imponer en las entidades de las que formen parte. Quien no la acepte, mientras ellos tengan la sartén por el mango, ya sabe donde está la puerta. Y eso es lo que predican, fuera y dentro de sus iglesias, y esa es la sociedad por la que trabajan: una en la que no hay libertad de conciencia, y mucho menos libertad para decidir con quien quieres tener una relación afectiva o sexual. Pero mientras tratan de influir en nuestra sociedad para imponer su moral evangelical súper divina, se presentan como víctimas de la intolerancia de los progresistas, y van lloriqueando que no se respetan sus derechos. ¡Por favor, un poco de masculinidad, León X lo hizo mucho mejor! La IEE ha sido mucho más creíble en su papel, nos ha hecho creer que la Reforma continua, que la valentía de Lutero, todavía se da en algunas iglesias evangélicas. Así que quizás va a ser verdad, que en este país podremos celebrar este año y con razón, el quinto centenario de la Reforma.


Carlos Osma




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